A ver... apelemos a la memoria, colectivos que te dejaban en la puerta del Italpark? el 92, 93, 164, 68, 117, 110. Quedaba frente a la facultad de derecho de la U.B.A., en lo que hoy es Parque Thais, creo que es Av. del Libertador y Tagle. De los juegos que más me acuerdo es, obviamente en primer lugar el Samba, el Super 8 volante, el Daytona, las tazas, no se recomendaba ingerir alimentos antes de subirse porque lanzabas hasta el intestino grueso, y otro en el que tenías que estacionar un auto en un garage, algo así como un Scalextric pero más rústico. Ya un poco más de grande me acuerdo de Dalma mamá creo, la perra esa pedorra en donde veías el interior de su cuerpo, creo que todavía sigue dando vueltas por ahí el bicho... Y en los últimos años del Italpark el "Laberinto del Terror"... que cagazos me hicieron pegar los hijos de una dinastía de putas que laburaban ahí... me acuerdo que una vez fui con un amigo y al pibe le agarro tal cagazo que lo empezo a cagar a trompadas a Drácula y nos sacaron a los golpes por una puerta de emergencia, Frankestein, el Hombre Lobo y un cana que laburaba ahí adentro como vigilancia.
5 comentarios:
Era Libertador y shhh.... Callao (por el aviso que pasaban en la tele).
Es el día de hoy que cada vez que paso por ahí se me pianta un lagrimón...
Primer beso.
En la cola del Super Ocho volante...
Como olvidarlo.
Después era otro beso en el "teleférico" y para abrazar y tocar en el barco del terror o movedizo, no me acuerdo...
Sigo insisitiéndo que el tren fantasma era el mejor qu había.
Dos pisos y en un momento salias a la intemperie y volvías a entrar..
Que lindos tiempos!!!
aymara le dio un beso al guarda del super 8 y luego al que te cerraba la puerta del teleferico. Puto desde chiquito.
Fui infinidad de veces, desde ya, la ultima vez 2 o 3 dias antes de que se hiciera concha la piba en el matter horn, y por supuesto que me subi a la maquina en cuestion que era un fuego.
Yo estuve el fin de semana anterior y estuve literalmente todo el día en el Matter Horn, el único juego al que fui ese día.
Una vez festejamos un cumpleaños ahí, le daban a cada chico una cuponera con 10 tickets o algo así, y los podías usar para lo que quisieras. La felicidad de tener todo eso gratis era inconmensurable, igual que la tristeza de ver que te quedaba un solo ticket.
Hoy tengo una remera del Italpark.
Yo fui varias veces, pero salvo por el tren fantasma o los autitos chocadores, me aburría soberanamente. Nunca fui amante de los parques de atracciones.
Debe ser porque siempre le tuve un terrible cagazo a las montañas rusas, sambas y juegos similares.
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